La Evolución del Apoyo Canino: Los Perros de Asistencia
La figura del perro ha evolucionado significativamente en la sociedad, pasando de un rol meramente funcional a convertirse en un compañero inseparable capaz de ofrecer un apoyo crucial para mejorar la calidad de vida de las personas. Dentro de esta evolución, los perros de asistencia representan una categoría fundamental, siendo animales domésticos específicamente entrenados para ayudar y asistir a personas con diversas discapacidades.
Estos perros son mucho más que simples mascotas; son perros de trabajo y asistencia debidamente entrenados para un fin específico. Su propósito principal es facilitar el acceso de las personas con discapacidad física, intelectual o sensorial a diversos espacios públicos y mejorar su autonomía y movilidad. A diferencia de los perros de compañía o las mascotas, los perros de asistencia están altamente capacitados para realizar tareas específicas que mitigan la discapacidad de su manejador.
La historia de los perros de asistencia se remonta al menos a 1792, cuando Joseph Resinguer de Austria entrenó a tres perros para que le ayudaran en sus desplazamientos. Más tarde, en 1945, comenzaron a utilizarse perros para ayudar a veteranos de guerra con Estrés Postraumático (PSTD). Hoy en día, su reconocimiento y regulación buscan garantizar la inclusión y accesibilidad, como se ha visto en la Comunidad de Madrid con la Ley 2/2015, que derogó la normativa anterior para equiparar a los perros de asistencia con los perros guía para personas con discapacidad visual.
Una Clasificación Diversa: Conoce los Diferentes Tipos de Perros de Asistencia
El término «perro de asistencia» es un concepto genérico que abarca a perros adiestrados para auxiliar a una persona con discapacidad, apoyándola en su autonomía personal o alertando ante una crisis. Existen diferentes clasificaciones de perros de asistencia, cada uno con un entrenamiento especializado para necesidades específicas.
De acuerdo con la Comunidad de Madrid y la Asociación Internacional de Animales de Asistencia (ADI), los tipos principales incluyen:
Perros Guía (o perros lazarillo):
- Están adiestrados para guiar a personas ciegas o con discapacidad visual grave en sus desplazamientos.
- Reconocen y evitan obstáculos, señalan bordillos, escaleras y desniveles, buscan puertas de acceso y asientos libres en el transporte público.
- Tienen la capacidad de desobedecer una orden si su ejecución implica un peligro para el usuario, como el acercamiento de un vehículo. Su adiestramiento minimiza los instintos naturales de caza, guarda y protección.
- Las razas más comunes incluyen Labrador Retriever, Golden, Pastor Alemán, Flat Coated Retriever y Caniche Gigante, así como cruces de estas razas.
Perros Señal:
- Adiestrados para avisar a personas con discapacidad auditiva sobre sonidos cotidianos como el llanto de un bebé, el timbre de la puerta, el despertador, un mensaje o llamada de móvil, o una alarma de incendios, indicando también la fuente del sonido.
Perros de Servicio:
- Ofrecen apoyo en actividades de la vida diaria a personas con discapacidad física.
- Sus tareas pueden incluir quitar ropa, abrir/cerrar luces, puertas y cajones, traer objetos del suelo (llaves, muletas), ayudar en transferencias (cama/silla), meter y sacar ropa de la lavadora, o pedir ayuda en caso de una caída.
Perros de Alerta Médica (o de aviso):
- Entrenados para avisar de una alerta médica a personas que padecen discapacidades y crisis recurrentes con desconexión sensorial.
- Son capaces de identificar cambios de olor asociados a eventos médicos que pueden poner en riesgo la vida.
- Ayudan a personas con condiciones como diabetes (detectando subidas/bajadas de azúcar), epilepsia (detectando crisis con antelación), narcolepsia, o crisis que causan gran dolor como la enfermedad de Addison. También pueden alertar sobre ataques de pánico.
- Durante las crisis, permanecen al lado del usuario para estimularlo y brindar apoyo emocional.
Perros de Asistencia para Personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA):
- Adiestrados para preservar la integridad física de los usuarios, controlar situaciones de emergencia y guiarlos.
- Para niños, ayudan a reducir conductas de fuga, favorecen la autorregulación, mejoran patrones de sueño, estimulan la comunicación y facilitan la relación con el entorno. También pueden avisar a los padres en emergencias y calmar crisis emocionales.
Perros de Soporte Psiquiátrico:
- Están entrenados para realizar tareas que ayudan a las personas con discapacidades a detectar el inicio de episodios psiquiátricos y aminorar sus efectos.
- Pueden recordar al manejador que tome medicación, realizar controles de seguridad, inspeccionar habitaciones o encender luces para personas con trastorno de estrés postraumático (PTSD), interceptar autolesiones, y mantener a salvo a personas desorientadas.
Es importante destacar que el perro guía se considera parte del concepto más amplio de perro de asistencia.
Requisitos Esenciales y Acreditación Oficial
Para que un perro sea reconocido como perro de asistencia, debe cumplir con parámetros rigurosos en cuanto a entrenamiento, comportamiento, salud e higiene.
- Entrenamiento y Certificación: Son entrenados por asociaciones o instituciones especializadas y deben contar con una certificación de su adiestramiento. En España, centros como la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG) aseguran la profesionalidad y solvencia de este adiestramiento bajo estándares internacionales.
- Comportamiento Adecuado: El perro de asistencia debe ser dócil y comportarse impecablemente en todo tipo de entornos sociales, sin ladrar de forma descontrolada, saltar sobre personas, huir de su manejador, o ser agresivo con otras personas o animales.
- Control del Manejador: La persona con discapacidad debe tener el control de su perro en todo momento, generalmente mediante el uso de un arnés, correa o atadura. En casos especiales, el control puede ser por voz.
- Identificación Oficial: Todos los perros de asistencia reconocidos por la Comunidad de Madrid deben llevar un distintivo oficial expedido por la Administración Regional en su collar. Además, se entrega a los usuarios un carné acreditativo que los identifica a ellos y a su perro, facilitando así el ejercicio de su derecho de acceso.
- Salud e Higiene: Deben estar en perfecto estado de salud e higiene, vacunados según las leyes estatales y locales. Los perros guía, por ejemplo, están sujetos a requisitos de salud e higiene más estrictos que las mascotas, siendo vacunados anualmente contra la rabia, desparasitados y acreditados periódicamente para no padecer enfermedades transmisibles al hombre. Esto refuta cualquier reticencia sanitaria a su entrada en espacios públicos.
- Situaciones Específicas: Si un perro de asistencia tuviera un accidente dentro de un establecimiento, su manejador está obligado a limpiar de manera inmediata.
Incluso, los usuarios de perros de asistencia que provengan de otras Comunidades Autónomas o países y estén acreditados, pueden disfrutar de los derechos y obligaciones previstos en la Ley de la Comunidad de Madrid durante su estancia temporal.
Clarificando Términos: Perros de Asistencia vs. Perros de Soporte Emocional y de Terapia
Es crucial diferenciar a los perros de asistencia de otros tipos de perros para evitar malentendidos y garantizar el respeto a sus derechos y la importancia de su labor.
Perros de Asistencia (Assistance Dogs): Son animales individualmente entrenados para realizar un trabajo o tareas en beneficio de una persona con una discapacidad física, mental, sensorial, psiquiátrica, intelectual u otra discapacidad mental. Requieren un entrenamiento especial y están protegidos por leyes de acceso, como la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA) en EE. UU.. No son mascotas, sino herramientas animales vitales para las personas a las que auxilian.
Animales de Apoyo Emocional (Emotional Support Animals – ESA): Proporcionan consuelo, alivian la soledad y a veces ayudan con la depresión, la ansiedad y ciertas fobias, pero no tienen entrenamiento especial para llevar a cabo tareas específicas que ayudan a personas con discapacidades. En Estados Unidos, no están reconocidos como animales de servicio bajo la Ley ADA. Aunque pueden obtener exenciones en reglas federales de vivienda y viajes si el manejador cumple la definición de discapacidad y el animal alivia síntomas, esto no los equipara a los perros de asistencia.
Perros de Terapia (Therapy Dogs): Participan en intervenciones asistidas con animales y, aunque requieren entrenamiento y certificación, trabajan para personas distintas de su adiestrador y no están cubiertos por las mismas leyes que los perros de asistencia. Se utilizan en hospitales, centros geriátricos, educativos, penitenciarios, entre otros, para brindar apoyo emocional y terapéutico. Sus beneficios incluyen la superación del miedo, aumento de la socialización, mejora del estado anímico, y estabilización de signos vitales.
La confusión entre estas categorías, especialmente con los «falsos perros de servicio», socava la credibilidad de los perros de servicio reales y añade desafíos para las personas con discapacidad.
Acceso y Respeto: El Derecho de los Perros de Asistencia en Espacios Públicos
La regulación y el reconocimiento legal son fundamentales para garantizar que las personas que dependen de perros de asistencia puedan vivir plenamente y acceder a todos los espacios necesarios.
En la Comunidad de Madrid, los perros de asistencia pueden entrar en TODOS los espacios públicos, incluyendo centros sanitarios, colegios, taxis, estaciones, metro, autobuses, trenes, centros deportivos y religiosos, así como al lugar de trabajo. Esta normativa equipara el acceso de todos los perros de asistencia al que antes solo tenían los perros guía.
La Constitución Política de la Ciudad de México también promueve la asistencia personal, humana o ANIMAL, para el desarrollo de personas con discapacidad en la comunidad, garantizando la inclusión y accesibilidad. La Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad de 2011 en México define al «perro guía o animal de servicio» como aquel certificado para el acompañamiento, conducción y auxilio de personas con discapacidad.
Bajo la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA), todos los perros de servicio entrenados y acreditados que llevan un chaleco de servicio tienen permitido acompañar a su dueño a cualquier empresa privada que sirva al público, como restaurantes, hoteles, cines, tiendas, y centros deportivos, además de poder viajar en aviones sin costo adicional.
Cómo Interactuar Correctamente con un Perro de Asistencia y su Manejador
La empatía y el respeto son clave al interactuar con personas que utilizan perros de asistencia. Es fundamental recordar que se está tratando con un ser humano que ya está lidiando con una batalla personal, y el perro es una ayuda vital.
Lo que SÍ es correcto preguntar (si es necesario y con amabilidad):
- ¿Es su perro de asistencia?
- ¿Se requiere el perro debido a una discapacidad o condición médica?
- ¿Está entrenado para realizar alguna actividad específica relacionada con su discapacidad o condición médica?
Lo que NO es correcto preguntar o decir, y por qué:
- ¿Forzosamente requiere a su mascota o perrito? Un perro de asistencia NO ES UNA MASCOTA, es un perro de trabajo y asistencia debidamente entrenado.
- ¿Me puede hacer una demostración de la actividad que realiza su perro? En muchos casos, un perro de asistencia auxilia en el momento de una crisis (como convulsiones, bajas de azúcar, ataques de ansiedad o pánico) y estas situaciones no se pueden forzar.
- ¿Se puede sentar mejor afuera del lugar o dejar a su perro afuera amarrado o puede cargar a su perro? Esto es una forma de discriminación y es cruel. El perro de asistencia es una herramienta animal vital y son un binomio. Especialmente en casos de alerta médica, el perro debe estar en cercanía constante de su manejador, ya que de ello depende la vida de este último.
Qué NO hacer si se encuentra con un perro de servicio o asistencia:
- Tratar de acariciar o tocar al perro.
- Distraer al perro (chiflarle, hablarle o gritarle).
- Darle de comer.
- Pegarle.
- Acercar a su propia mascota.
Qué SÍ hacer si se encuentra con un perro de servicio o asistencia:
- Si ve el chaleco o arnés del perro como animal de asistencia, no hacer más preguntas.
- Ser amable con el manejador y preguntarle si requiere de algún otro apoyo.
- Regalarle una sonrisa al manejador, ya que las sonrisas, aunque no se vean, se perciben.
- Si el manejador no cumple con alguna de sus obligaciones (como la higiene del perro), se le debe decir de forma no agresiva.
Desafíos y Futuro de los Perros de Asistencia
A pesar de los avances, aún existen desafíos importantes. Los «falsos perros de servicio» son un problema que socava la credibilidad de los perros de servicio legítimos. La falta de conocimiento y empatía en algunas regiones puede llevar a situaciones incómodas o discriminatorias para los manejadores y sus perros.
Es crucial seguir fomentando la conciencia pública sobre la importancia de estos animales y la necesidad de respetar sus derechos. En lugares como Chile, aún «falta mucho por descubrir, falta mucho por potenciar, falta mucho por explotar todo lo que se entere el tema de los perros de terapia».
En resumen, los perros de asistencia son compañeros invaluables que ofrecen autonomía, seguridad y apoyo a personas con diversas discapacidades. Su entrenamiento especializado y su rol vital merecen el máximo respeto y comprensión por parte de la sociedad. Al entender su función y cómo interactuar correctamente con ellos, contribuimos a una sociedad más inclusiva y accesible para todos.